Los empresarios de la ciudad de Miami están siendo afectados por una situación que se extiende a muchos dueños de negocios de todo los Estados Unidos, que necesitan de inmediato una inyección de dinero para seguir operando: los retrasos en los préstamos. Lo que inevitablemente tiene como consecuencia el despido masivo de empleados, en medio de la pandemia generada por el nuevo coronavirus (COVID-19).
“A los desesperados propietarios de pequeñas empresas de todo el país se les dice que sean pacientes mientras esperan fondos u orientación más clara sobre las opciones que tienen ante sí, pero estos propietarios están tomando decisiones difíciles sobre el futuro de sus negocios hoy y no pueden permitirse más retrasos”, advirtió John Arensmeyer, fundador y CEO de Small Business Majority.
Ante la situación, Arensmeyer exigió el 8 de abril a la Administración de Pequeños Negocios que se entreguen los fondos de ayuda por COVID-19 a las empresas en tres días, el tiempo que indica el Préstamo Económico por Desastre (Economic Injury Disaster Loan, EIDL).
Sin embargo el retraso persiste, poniendo en riesgo la estabilidad económica de muchas familias norteamericanas.
En las últimas cuatro semanas, al menos 17 millones de personas en Estados Unidos han solicitado beneficios por desempleo, reseñó el portal web del diario estadounidense El Nuevo Herald.
En este sentido, un informe de la Cámara de Comercio de Estados Unidos sobre el impacto del coronavirus en los pequeños negocios, realizado a principios de abril, indicó que uno de cada cuatro negocios había cerrado temporalmente y aquellos que se mantenían operando consideraban que un 43% de estos negocios cerrará permanente en menos de seis meses.
Redacción Maduradas con información de El Nuevo Herald
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