Los famosos paraguas del pasaje Linares, en el centro de Caracas, fueron retratados en su más cruda y penosa realidad: Haciéndole sombra a la miseria, como lo denominó el diseñador gráfico Francisco Bassim.
Bassim realizó varios collage digital para demostrar que se «intentó tapar con paraguas el sol, la gente comiendo de la basura, los niños que se prostituyen por restos de comida y los locales expropiados».
El diseñador también personificó la desnutrición, el hambre y la represión que se vive en el país.