Lo cierto es que la designación de María Gabriela Chávez busca “reforzar el trabajo” del actual embajador de Venezuela ante la ONU, Samuel Moncada, para que la hija del gobernante fallecido “lleve un mensaje a instancias internacionales”, según dijera el canciller venezolano, Elías Jaua, reportó El Diario Las Americas.
La labor de un embajador alterno es compartir las atribuciones y tareas del jefe de la Misión diplomática ante la ONU, pues son muchas las actividades a cumplir y las reuniones se sobreponen a otras, por lo que se hace imposible que el titular atienda todos sus deberes.
Tres motivos
Su carente experiencia en las relaciones diplomáticas internacionales hace que Taylhardat tilde la designación de María Gabriela Chávez como un “capricho, una decisión improvisada tomada sobre la base de la conveniencia personal”.
De hecho, diversas especulaciones circulan sobre su nombramiento. La primera está ligada a un contrato irregular del Estado venezolano con la empresa argentina Bio Ar S.A., en el que está presuntamente involucrada por una estafa de 15,5 millones de dólares en la compra con sobreprecio de arroz y maíz blanco, denunciada en julio por los diputados Abelardo Díaz y Homero Ruiz. Su designación serviría para darle un estatus diplomático y estar protegida de cualquier juicio.
Otra versión que circula en las redes sociales es que la designación serviría para “desalojar” a Chávez de la residencia presidencial, donde continúa viviendo a pesar de que su padre falleció y relevó el ejercicio de poder a Nicolás Maduro.
La última con mayor fuerza en el escenario político es que su cargo diplomático sería la base de una candidatura electoral a futuro.
El nexo entre la farándula y el chavismo
Para Taylhardat, Chávez difícilmente tiene el perfil indicado para ocupar el cargo. María Gabriela nació en Barinas, en los llanos de Venezuela, el 12 de marzo de 1980. Es egresada de la Universidad Bolivariana de Venezuela como técnico superior universitario en Comunicación Social.
Es la segunda de los cuatro hijos de Chávez y es quien ha mantenido un perfil más alto en la política venezolana haciendo apariciones públicas en actos de Gobierno, tanto en el de Maduro como en el de su padre. Sin embargo, no es la única de los descendientes de Chávez que ocupa un cargo, pues su hermana Rosa Virginia fue designada como presidenta del programa social “Misión Milagro”.
Jugó un importante papel durante el intento de golpe de Estado del 11 de abril de 2002, al conversar vía telefónica con su padre y desmentir su renuncia ante los medios de comunicación: “Diles que nunca renuncié al poder que el pueblo me dio. Soy un presidente prisionero”, le comunicó Chávez ese día, según contó más adelante.
Participó como primera dama en la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, realizada en Chile en 2007. Asimismo, acompañó al exmandatario en diversos viajes y eventos protocolares. Durante la campaña presidencial de 2012, fue considerada el nexo entre el chavismo y la farándula, vínculo que resulto exitoso para la reelección de su padre.
Ha sido criticada en la prensa y redes sociales por ostentar una vida de lujos, que aún continúa tras la muerte de su padre: todavía vive con sus familiares en la residencia presidencial, llamada “La Casona”. Activa usuaria de las redes sociales, acumula 966.000 seguidores en Twitter. También hace públicas sus actividades a través de Instagram, como por ejemplo, su visita al expresidente cubano, Fidel Castro, a principios de 2014.
Agradecimiento de María Gabriela Chávez al presidente Nicolás Maduro
A propósito de esta designación, Chávez a través de su cuenta de twitter agradeció al presidente Nicolás Maduro, y aseguró que asumirá el cargo con «el compromiso en el alma y con el alma empeñada en el compromiso«.
«Llevando siempre en el pecho el amor por Venezuela y la fuerza para alzar la voz por las causas justas, como nos enseñó nuestro gigante (Chávez) con su ejemplo. Gracias por el apoyo y la confianza. Sigamos siempre adelante», escribió en la red social.