Lo primero que hizo al llegar a su nuevo despacho (una nueva oficina en lo que fue la Torre de la Prensa de la Cadena Capriles comprada por el gobierno con sus tres diarios Últimas Noticias, El Mundo y Líder) la flamante ministra de Información de Nicolás Maduro, la ingeniera hidráulica Jacqueline Farías, fue remodelar completamente lo que allí encontró.
A la par se encontró con su esposo, Rolando Jesús Corao Marcano, como viceministro de comunicación en un gobierno en el que reina el nepotismo rojo rojito le sirvió de contratista para ejecutar la transformación de una “oficina muy burda a una oficina digna de una ministra de confianza”.
Poco les importan las apariencias y mucho menos la Ley de Contraloría, de la que se burlan en 15 años de hegemonía comunicacional. Recordemos que Corao era el muy querido compañero de tragos del actual alcalde del municipio Libertador, Jorgito Rodríguez, cuando éste choco en su Audi contra otro vehículo en Altamira, Caracas en agosto del 2006. Se cobran y se dan el vuelto…
Hijos de mamá y papá
Eugenia Sader, la exministra de Salud del gobierno de Chávez y médico-asimilada-militar que fuera imputada por peculado doloso, asociación para delinquir y sobregiro presupuestario tras comprobarse varios delitos durante su gestión ministerial, tiene un hijo, Eugen Enrique Bejarano Sader, que aparece en el expediente como secretario de la Comisión de Licitaciones de la Fundación de Edificaciones y Edificios Hospitalarios encargada de ejecutar la refacción y construcción de nuevas instalaciones sanitarias.
Este joven, artífice de los desaguisados que por varios millones de dólares debieron recompensarlo en medio del abuso y la corrupción del rojo régimen que azota a Venezuela, se mudó para los Estados Unidos donde tramita su visa por medio de una “adopción” de una familia amiga en Florida. Piensa así escapar a la investigación que hacen a él y a su madre por los negocios en materia de salud, uno de los renglones más críticos para los venezolanos.
Lo mismo estaría haciendo, con una visa de “inversionista” el hijo del exministro de finanzas y hoy presidente del Banco Central de Venezuela, Nelson Merentes. El vástago hecho millonario por los múltiples negocios que bajo la sombra y aquiescencia de su papá realizara con divisas, contratos, bonos e intermediaciones, será un “asesor de empresas e inversionistas” en el suelo yanqui del que tanto reniegan día tras día los rojos bandidos que mandan en el gobierno de Maduro. No hay día, además, que Maduro no acuse al gobierno de Obama y a los republicanos de todos los males de su pésima gestión.
Los testaferros rojitos que van desde quien preside Citgo hasta funcionarios de medio pelo en los consulados siguen tranquilos. ¿Investigarán algo tanto el Deparment of State como el Internal Revenue Services?
El pitazo
“Caballo blanco” (ilesos) salieron los enchufados y sus amigotes del operativo de las aeronaves privadas que se encontraban en los aeropuertos del país, ya que desde la noche anterior comenzó la llamadera que hasta se colapsaron algunas líneas, para que rapidito los “bolichicos” y su combo sacara las que corrían peligro. Dicen algunos que se encontraban en las torres de control que hasta colas hubo para aterrizar en islas cercanas.
Uribana
El poder judicial rojo es un verdadero desastre, pero esta vez hubo 41 internos muertos por intoxicación y nadie asume su responsabilidad. La “ministra Fosforito”, quien por cierto tenía aspiraciones para ser fiscal general pero después de esta locura sabrá que no va pal baile, sencillamente se lava las manos y hasta la vieron pidiendo perdón, pero sigue enchufadita. No renuncia y culpa al director de la cárcel de Uribana Julio César Pérez que está detenido en Lara por orden del MP. ¿Será otro cangrejo?
El Mazo
El Mazo dando cada vez está peor. Ya hasta confunde los nombres de los presidentes de los partidos. Quiere hacer una muy mala copia de la asquerosa Hojilla, pero no le veo futuro en TV Capitán.
Por Color de Hormiga / Diario de las Américas