Los consumidores que hacían cola desde ayer en la mañana en el Abasto Bicentenario de Plaza Venezuela decidieron trancar la avenida Francisco Fajardo a la altura del supermercado como protesta por la escasez de productos regulados en el comercio, publica El Nacional.
La manifestación fue disuelta por guardias nacionales cargados con equipos antimotines. Luego de dispersar la protesta los militares permanecieron en el lugar custodiando la entrada y la cola que se volvió a formar en el supermercado.
“Uno se cansa y protesta porque son muchos los abusos. La cola estaba larguísima desde temprano y ellos nada que abrían, luego solo venden un pedazo de carne. Es lo único que hay allí. Ni arroz ni pasta ni leche”, afirmó Ana Pérez, consumidora de la tercera que esperaba al mediodía aún esperaba por comprar.
En el Abasto Bicentenario de Los Símbolos no hubo disturbios, pero sí largas filas. Expendían tres pollos por persona. En la mañana también hubo pañales y afeitadoras. “A uno no le gusta estar haciendo cola, pero todo sea por llevar la carne y el pollo, el salado como dice uno, para su casa”, dijo Cibel mientras esperaba.
Solange Álvarez, clienta, se quejó de que con frecuencia hace la cola y cuando llega no encuentra los productos que necesita. “Esto ha empeorado. Antes se hacían largas colas, pero uno lograba llevarse varios artículos regulados. Ahora la haces para llevarte solo una cosa. Así es en todos lados, no hay comida. Lo que hay es mucha violencia de los trabajadores hacia los usuarios, y al revés”, refirió.
Visto bueno. Consumidores consultados consideraron positiva la detención de la presidente de Abastos Bicentenario, Bárbara González, presa junto con los directivos de la Corporación Venezolana de Alimentos, Hebert Aguilar y Bárbara Figueroa, por la presunta desviación de productos.
“Todo el que se toma lo que no le corresponde debe ser sancionarlo. Aquí nunca se consigue casi nada. Por lo general lo que llega es detergente en polvo y toallas sanitarias”, dijo Yolanda Martínez en Plaza Venezuela.
Rubén Macero, gerente del Bicentenario de Terrazas del Ávila, indicó que en los establecimientos laboran con los mismos lineamientos. “Estamos trabajando como lo veníamos haciendo, producto que llega, producto que se pone a la venta. Entre jueves y viernes recibimos y vendimos 21 toneladas de pollo”, afirmó.
En el comercio los únicos productos controlados que estaban vendiendo ayer eran afeitadoras desechables y pañales, previa presentación de la partida de nacimiento del bebé o del ecosonograma de la madre.