«Fue un período angustioso y difícil, pero después de la oscuridad, volví a ganar», dijo el empresario convertido en político en un comunicado en el que expresó «un gran alivio» y agradeció a los simpatizantes. «Se acabó la pesadilla», añadió.
Poco después de las 13.00 hora local (1100 GMT), los medios de comunicación italianos mostraron imágenes de Berlusconi saliendo del hospital en una limusina oscura, sonriendo y saludando a los periodistas que esperaban a la puerta del hospital.
Tras su hospitalización, los médicos dijeron que Berlusconi padecía una leucemia mielomonocítica crónica (LMC). No precisaron cuándo se le detectó el cáncer, limitándose a decir que no era agudo. Sus aliados políticos acogieron con satisfacción su alta.
«Te esperamos en el campo para librar juntos muchas batallas», escribió en Twitter la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en cuya coalición figura el partido de Berlusconi, Forza Italia.
«Todos nos alegramos de que esté de vuelta en casa, ¡bienvenido presidente!», dijo el ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, el miembro más veterano de Forza Italia en un Gobierno en el que Berlusconi no tiene un papel directo.
Berlusconi fue primer ministro en 1994-1995, 2001-2006 y 2008-2011. Su salud se ha deteriorado notablemente en los últimos años, con una operación a corazón abierto en 2016 y numerosos ingresos hospitalarios desde que contrajo el COVID-19 hace tres años.
Durante su última hospitalización, Berlusconi se mantuvo políticamente activo y este mes apareció en dos mensajes de video en los que parecía frágil pero insistía en que estaba listo para volver al trabajo.
No hay un heredero designado para reemplazarlo al frente de Forza Italia, y no está nada claro si el partido puede mantenerse unido sin su liderazgo.
Redacción Maduradas con información de Reuters
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