El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este martes que la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, abandonará el cargo a finales de año, una decisión que, según dijo el propio mandatario, le había comunicado hacía ya varios meses.
«Ha hecho un trabajo fantástico. Hemos hecho un trabajo fantástico juntos», declaró Trump a un grupo de periodistas en el Despacho Oval de la Casa Blanca, donde recibió a la aún embajadora.
A pesar de que Trump aseguró que conocía la decisión de Haley desde hace meses, ya que hacía tiempo que ésta le expresó su deseo de cumplir un mandato de solo dos años, la salida de una de las figuras más fuertes de la actual Administración sorprendió hoy a Washington.
Haley ha sido uno de los nombres clave de la actual Administración y se ha convertido en una eficiente ejecutora de las políticas aislacionistas del presidente Trump desde su complicado rol en la Organización de las Naciones Unidas.
Asimismo, la embajadora Haley ha sido el auténtico azote de Trump en la ONU, donde no ha dudado de hacerse eco de las polémicas palabras del presidente estadounidense contra Irán, Corea del Norte, Venezuela o, incluso, la propia institución, a la que llegó a acusar de no ser justa con Israel.
A estas alturas, además, la exgobernadora del estado de Carolina del Sur se había convertido en una de las veteranas de la Administración, a la que se incorporó apenas cuatro días después de que el mandatario jurase el cargo.
A pesar de su pasado político, Haley descartó tener pensado postularse a las elecciones presidenciales de 2020 y aseguró que, de hecho, su intención es apoyar la candidatura de Trump cuando llegue el momento.
Haley reconoció algunos desacuerdos políticos con Trump en un artículo de opinión en el Washington Post el mes pasado, cuando criticó a un alto funcionario anónimo que escribió en The New York Times describiendo una Administración caótica y alertando de que los ayudantes de la Casa Blanca no estaban de acuerdo en muchas cosas con Trump.
«No estoy de acuerdo con el presidente en todo», escribió Haley. «Cuando hay desacuerdo, hay una manera correcta y una manera incorrecta de abordarlo. Levanto el teléfono y lo llamo o me reúno con él en persona».
Con información de EFE
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