El presidente argentino Mauricio Macri llamó el pasado jueves 24 de octubre a «cuidar cada voto» de esta elección. Muchos venezolanos recogieron el guante para ayudar en la logística del enorme operativo de fiscalización que se montó en torno a las urnas. Colaboran desde San Telmo, la villa 31 o Pilar y sienten que hacen «algo por la democracia».
«Los venezolanos estamos bastante contentos y esperamos celebrar una fiesta electoral. La comunidad internacional tiene los ojos puestos en la elección«, dice Zoraida Rivera mientras coordina las comidas y bebidas que acercarán a cada lugar de votación.
Muchos de los residentes venezolanos en Argentina (son más de 170.000) ven con buenos ojos su gobierno porque fue uno de los primeros mandatarios latinoamericanos en pronunciarse contra Nicolás Maduro y apoyar a Juan Guaidó.
«Estoy buscando defender la democracia«, dice Yuraima Caro, una venezolana de 50 años, que vive en Pilar. Ella ayuda a trasladar en su vehículo a los que necesitan ir al centro o moverse entre escuelas en una zona no tan conectada con transporte público.
Helis Urbina, un abogado de 30 años, está colaborando con el equipo de la villa 31. «Si tuviese el DNI permanente me encantaría ser fiscal: considero que es un momento vital en Sudamérica para poder defender la democracia. Yo sé lo que es perderla en tu país y este es mi granito de arena», dice. En su caso, eso implica ayudar a distribuir viandas.
«No queremos volver atrás«, dice Jesús Bonillo, un relacionista público de 23 años, oriundo de Anzoátegui, desde la Escuela Hipólito Yrigoyen de San Telmo. Desde su punto de vista, los venezolanos expatriados tienen la responsabilidad moral de que la situación de su país «no se replique en ningún sitio«.
Y eso implica evitar el regreso del kirchnerismo: «No nos sentimos cómodos con una persona que pueda querer volver a lo mismo«.
Redacción Maduradas con información de La Nación
También puede leer:
¡ENTÉRESE! Uruguay abre los centros de votación para elecciones presidenciales y legislativas