El Gobierno de Colombia reabrió este 27 de febrero los cruces fronterizos del departamento de Norte de Santander con Venezuela luego de 72 horas de cierre por los disturbios del pasado sábado, aunque los obstáculos puestos por las autoridades del país vecino tienen bloqueados los pasos.
El director de Migración Colombia, Christian Kruger Sarmiento, aseguró que el Gobierno tomó la decisión de reabrir los pasos, pero restringió la movilidad «con el ánimo de proteger la integridad» de las personas porque «se mantienen obstáculos» y personas armadas del lado venezolano.
En el puente Simón Bolívar, el principal cruce entre ambos países y que conecta a la ciudad colombiana de Cúcuta con la venezolana de San Antonio del Táchira, fueron puestos dos contenedores, uno azul y otro naranja.
Pese a esto, en la parte colombiana se han ubicado funcionarios de Migración Colombia, de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), de Defensa Civil y policías, un despliegue habitual cuando el puente está abierto para controlar el paso fronterizo.
Del lado venezolano, miembros de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, Policía militarizada) y de la Misión Robert Serra, un programa del Gobierno de Nicolás Maduro para los jóvenes, limpiaron ayer el puente antes de que fueran instalados los contenedores.
Ante esta situación, la Defensa Civil Colombiana intentó contactar este miércoles a su par venezolana para evaluar la situación humanitaria provocada por el cierre del paso aunque no encontró respuesta.
El director de la Defensa Civil, Miguel Pérez, afirmó a periodistas que cruzó el Simón Bolívar para informarle a su par de la situación humanitaria y «ver las condiciones de apertura de la frontera», aunque manifestó que sólo había autoridades políticas y militares.
Sus preocupaciones, explicó, son «los enfermos que tienen un control especial y que requieren atenciones en el sector colombiano» y los niños que están perdiendo clase porque viven en Venezuela y estudian en Cúcuta.
«Se busca que la frontera sea abierta pero por lo menos garantizar a estos pacientes y a los escolares el tránsito normal para su estudio (…) Simplemente pregunté por la autoridad y por la persona encargada de protección civil, para interactuar con él, y no estaba», añadió.
En el Simón Bolívar aparecieron además varias personas que tenían urgencia de llegar a Venezuela, como una mujer que viajó a Cúcuta para realizarse una quimioterapia o un hombre que quiere pasar el féretro en el que están los restos de su hijo, que falleció en Colombia por una hepatitis.
Mientras tanto, en el Francisco de Paula Santander, viaducto que conecta a Cúcuta con Ureña y en donde el sábado pasado fueron incendiados dos camiones con ayuda humanitaria para Venezuela, permanecen, en el centro del puente, los restos de los vehículos incinerados.
En ese paso, hasta este 25 de febrero se registraron enfrentamientos entre encapuchados que desde el lado colombiano arrojaron cócteles molotov y piedras a la GNB, que les respondió con perdigones y gases lacrimógenos.
En esos choques, según denunció este lunes el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa de Venezuela, resultó herida la periodista Carola Briceño, de Panampost, quien recibió el impacto de un perdigón en su rostro y fue atendida en un hospital de Cúcuta.
El tercer paso entre la capital de Norte de Santander y Venezuela es el puente binacional de Tienditas, donde hay almacenadas toneladas de ayuda humanitaria, nunca fue inaugurado y permanece bloqueado del lado del país petrolero con dos contenedores y la cisterna de un camión.
Según las autoridades colombianas son en promedio 35.000 personas las que cruzan cada día la frontera, algunas para abandonar definitivamente Venezuela y otras para conseguir productos de primera necesidad que en su país son un lujo.
Es por eso que ríos de personas se siguen abocando desde hace dos días a las «trochas», pasos ilegales por donde normalmente operan bandas criminales, a la espera de la reapertura de los pasos fronterizos.
Por allí que en las últimas horas al menos 85 militares venezolanos llegaron a Colombia huyendo de su país.
Según Migración Colombia, ya son 411 los que han cruzado la frontera desde el pasado 23 de febrero, cuando un grupo de voluntarios intentó ingresar desde Colombia y Brasil la ayuda humanitaria colectada por una coalición internacional y que busca aliviar la crisis que se vive en Venezuela.
Con información de EFE
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