Luego del terrible accidente que terminó con la vida de seis venezolanos que se trasladaban en balsa a las costas de Curazao desde La Vela de Coro, muchos se han preguntado qué hubiesen hecho en la isla de no haber tenido el fatal destino.
Un trabajo realizado por el periodista Daniel García Marco para BBC, reseña la travesía de un grupo de tres venezolanos que lograron llegar a Curazao y que trabajan, ilegalmente, allá.
Viven en una casa en construcción, que dispone de algunas habitaciones en las que falta el techo. Cada uno duerme en una cama o una colchoneta. Tienen dos ventiladores y dos neveras, y hacen compras de comida cada dos semanas. Cada 10 o 12 días envían dinero a sus familiares, unos 20 dólares.
«Es deprimente y triste que nos llamen balseros. Nos comparan con Cuba, que es un país pobre, pero Venezuela tiene de todo: petróleo, carbón, oro, bauxita, aluminio», expresó uno de los hombres, que responde al nombre de Ramón, y que llegó a Curazao en mayo.
También detalló que se fue de Venezuela porque, pesar de que se graduó en Mecánica Industrial en el Instituto Tecnológico de Coro y de que su esposa es Administradora en una escuela pública, no les alcanzaba el dinero para comer.
Explicó que, para llegar a Curazao, tuvo que realizar varios intentos porque los «coyotes» (quienes administran y conducen las balsas) suelen traficar armas y drogas.
Redacción Maduradas con información de BBC
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