El huracán Ian, que en Cuba dejó tres muertos y cuantiosos destrozos en el occidente del país, provocó el martes un colapso en el sistema eléctrico nacional y la isla quedó totalmente apagada.
Con 11,2 millones de habitantes y 15 provincias, Cuba está unificada en un solo sistema eléctrico, al cual aportan ocho grandes termoeléctricas, generadores electrógenos y en menor medida unidades de energía solar y eólica.
El monopolio estatal Unión Nacional Eléctrica tardó 48 horas y media en recuperar la interconexión del sistema en todo el país, pero aún «no hay capacidad de generación suficiente para cubrir la demanda», reconoció este viernes Lázaro Guerra, uno de sus directivos.
La Habana, donde se reportaron las muestras de descontento, amaneció este viernes con una cobertura de electricidad del 60,8%, una situación más favorable que la víspera, cuando fue de 37%, dijo la UNE.
Ayuda de México
En la capital cubana permanecían sin luz desde el barrio de San Agustín, en el oeste de la ciudad, hasta parte del céntrico Vedado y Cojímar, en el oeste.
«Todo no se va a resolver de golpe, pero todo se irá atendiendo y nadie va a quedar desamparado», dijo el presidente Miguel Díaz-Canel el jueves durante un recorrido por Surgidero de Batabanó, sur de la occidental de Mayabeque.
Dos aviones de la Fuerza Aérea Mexicana llegaron este viernes a La Habana con cables y material eléctrico. Son parte de la ayuda ofrecida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, cuyo traslado se debe realizar en 10 vuelos, informó la televisión local.
La embajada de Estados Unidos expresó preocupación por las protestas. «Mientras seguimos los informes de las protestas pacíficas en Cuba esta noche y los cortes de Internet, insistimos en que el régimen respete los derechos constitucionales de sus ciudadanos a reunirse pacíficamente», dijo en su cuenta de Twitter.
«Las protestas reflejan el doble hartazgo de la sociedad con la incompetencia del gobierno y el agotamiento del régimen, lo que las convierte en protestas políticas», dijo a la AFP el opositor Manuel Cuesta Morúa.