El cantante puertorriqueño Ricky Martin se ha vuelto el centro de la polémica en los últimos días tras ser acusado por violencia doméstica por su sobrino, con quien habría tenido una supuesta relación sentimental.
Eric Martin, medio hermano del intérprete de La Mordidita, aseguró que un sobrino fue el responsable de interponer la denuncia bajo la Ley 54 que, en Puerto Rico, protege a las víctimas de ese tipo de violencia.
Asimismo, afirmó que ese sobrino lleva tiempo alejado de la familia, a pesar de que todos lo quieren en el alma. “Aunque tenga problemas mentales, siempre hemos estado luchando”, añadió.
El cantante también se manifestó sobre lo ocurrido. A través de un comunicado publicado en sus redes sociales, el puertorriqueño asevera que “la orden de protección presentada en mi contra se basa en alegaciones falsas. Por ser un asunto legal en curso no puedo hacer expresiones particulares”.
“Comparece el peticionario por derecho propio. Las partes se relacionaron por 7 meses. Se separaron hace 2 meses pero el peticionado no acepta la separación. Lo llama con frecuencia. Además, el peticionario lo ha visto merodeando su residencia en al menos 3 ocasiones”, citan los documentos de la denuncia que fueron filtrados en redes sociales.
De acuerdo a esos textos, el artista supuestamente no habría aceptado la separación y merodea por su casa con una Range Rover de color negro. Además, el denunciante confirmó que Martin presuntamente consume alcohol y drogas. “La parte peticionaria demostró que existe una probabilidad sustancial de riesgo inmediato de maltrato”, señala la orden.
Debido a eso, el puertorriqueño, de 50 años de edad, tendrá que comparecer la mañana del próximo 21 de julio, en el Tribunal de San Juan, para ofrecer su versión y defenderse de la orden de alejamiento que le ha interpuesto el joven de 21 años de edad con el que habría mantenido una relación de 7 meses.
La jueza Raiza Cajigas Campbell expidió la orden de protección contra el cantante, en la que se determina que Martin tendrá que abstenerse de “acercarse, molestar, intimidar, amenazar, o de cualquier forma interferir con la parte peticionaria”. De igual manera, tampoco podrá enviar mensajes de texto, correos electrónicos, notas de voz ni ponerse en contacto a través ninguna red social.
Redacción Maduradas
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