Las fuerzas de seguridad venezolanas rodearon la noche del viernes 6 de septiembre la residencia argentina en Caracas, donde permanecen refugiados seis líderes opositores al gobierno de Nicolás Maduro, después de que se anunciara la retirada de la autorización a Brasil para custodiar dicho lugar.
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La embajada y la residencia oficial de Argentina han estado sin representación desde agosto, cuando los diplomáticos argentinos debieron abandonar Venezuela por orden del gobierno de Maduro. Desde entonces, Brasil se había encargado de la seguridad de la residencia y del resguardo de los opositores vinculados a María Corina Machado.
Pedro Urruchurtu, uno de los líderes asilados en la residencia argentina, publicó en X: “¡¡¡Urgente!!! Patrullas del SEBIN y del DAET, junto a funcionarios encapuchados y armados, rodean y asedian la Residencia de Argentina en Caracas, bajo custodia y protección del gobierno de Brasil”.
El gobierno argentino ha manifestado su preocupación por la posibilidad de que las fuerzas bolivarianas ingresen en la residencia para capturar a los asilados. Al igual que ocurrió tras las elecciones del 28 de julio, el servicio eléctrico de la sede fue interrumpido, dejando la residencia a oscuras.
Se conoció que se estaban llevando a cabo negociaciones de última hora para que Brasil mantuviera la custodia, pese a la retirada del permiso oficial por parte de Venezuela. Sin embargo, aún no ha habido una respuesta formal por parte de la cancillería brasileña, Itamaraty, que actúa como mediadora entre Argentina y Venezuela.
Esta acción por parte de Maduro coincide con el anuncio de Argentina de solicitar al fiscal de la Corte Penal Internacional la detención del presidente venezolano y otros altos funcionarios por delitos de lesa humanidad, en base a una denuncia presentada en 2018. La declaración fue emitida por la Cancillería bajo la dirección de Diana Mondino.
El cerco a la residencia también tuvo lugar el mismo día en que Argentina estableció un régimen especial para facilitar la admisión de venezolanos que no puedan renovar su pasaporte debido a las restricciones impuestas por el gobierno de Maduro.
Imágenes compartidas por los refugiados muestran las patrullas policiales apostadas en la puerta de la residencia, ubicada en una calle angosta y sin salida.
A pesar de la crisis y la tensión entre Argentina y Venezuela, el gobierno argentino no ha roto relaciones diplomáticas, con el fin de proteger la seguridad de los líderes opositores. Durante la noche, creció la preocupación de que las fuerzas bolivarianas pudieran finalmente proceder con la detención de los asilados.
Redacción Maduradas con información de TN
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