El régimen de Nicolás Maduro rechazó este viernes 21 de septiembre el informe de la Misión Independiente de determinación de los hechos de la ONU sobre Venezuela, que denuncia que el país vive la peor ola de represión y crisis de los derechos humanos desde 2019, afirmaciones que el Ejecutivo -que califica el documento de «vulgar y panfletario»- niega.
A través de un comunicado, compartido en Telegram por el canciller Yván Gil, el régimen expresó que el documento fue redactado por una Misión «ilegítima, politizada e ideologizada» para «cumplir órdenes» de Washington y «aplicar» una «política estadounidense» contra Venezuela.
«La persistencia de esta vergonzosa Misión es una muestra clara de la errática deriva a la que están llevando las instituciones del sistema de Naciones Unidas, cada vez más extraviadas de sus funciones, convirtiéndolas en instrumentos de coerción y chantaje a los pueblos y Gobiernos soberanos», expresó.
Explicó además que Venezuela denunció ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y su Alto Comisionado los «intentos de magnicidio» contra Maduro y «otros altos funcionarios», pero «lamentablemente» las personas que reciben las denuncias «parecen preocuparse más por conseguir los beneplácitos de Estados Unidos» para «ocupar los puestos en esta burocracia internacional».
Este martes, la Misión afirmó, durante la presentación del informe, que los abusos se han intensificado tras las elecciones del 28 de julio para silenciar cualquier crítica y duda de que Maduro fue el ganador.
La mayor coalición opositora denunciara como fraudulento el resultado oficial y asegurara que el vencedor fue su abanderado, Edmundo González Urrutia.
Asimismo, dijo haber confirmado que al menos 158 menores fueron detenidos, algunos de ellos con algún tipo de «discapacidad», y los acusaron de delitos graves, como terrorismo o incitación al odio.
EFE
Lea también: