El régimen de Daniel Ortega arrestó al obispo nicaragüense Rolando Álvarez, quien cumplía arresto domiciliario en un inmueble de Managua, todo tras negarse a abordar un avión con más de 200 presos políticos rumbo a Washington.
Ortega desterró a 222 opositores a Estados Unidos, entre los que se encontraban el obispo de Matagalpa.
El sacerdote que se negó a ser desterrado fue llevado a la temida prisión de El Chipote.
Las fuentes aseguran que, al negarse a abordar el avión, el obispo expresó: “Que sean libres, yo pago la condena de ellos».