En menos de un año, tres escándalos bancarios han sacudido a Venezuela. Primero, el caso de banco portugués Espirito Santo, donde Pdvsa hacía depósitos directos, posteriormente el caso de las jugosas cuentas en HSBC en Suiza y ahora las acusaciones de blanqueo de capitales en la Banca Privada de Andorra.
Todos estos escándalos tienen algo en común y, al parecer son apenas el inicio de otros: la globalización de la banca internacional y el uso de bancos corresponsables en Estados Unidos hacen muy fácil rastrear el dinero. De hecho, la acusación de Estados Unidos hacia Andorra proviene de transferencias realizadas del principado, por lo cual la operación tuvo que haber pasado por un banco corresponsal americano.
En el caso del banco portugués al día de hoy no se sabe cuánto perdió PDVSA en el mismo. Ya se sabe que eran depósitos directos de PDVSA, los cuales se colocaban con el cometido de las jugosas comisiones.
Exactamente igual ocurre con el caso del HSBC en Suiza en el que nadie ha preguntado donde están los intereses de esas colocaciones del Banco del Tesoro y la Tesorería Nacional. Ambos bancos por su tamaño podían hacer estas billonarias operaciones además de ofrecer los servicios de apertura de cuenta al boliburgués encargado de gestionar el negocio.
Ahora explota el caso de Andorra, El Banco Privado de Andorra específicamente; fuentes en Londres, capital de los reaseguros mundial, explican que aquí no hay depósitos de PDVSA directamente como en el Espiritu Santo Banco. Lo que existe es el manejo de exorbitantes comisiones por contratos de servicios con PDVSA, específicamente la compra y venta de productos con China y los reaseguros de la misma PDVSA.
Es decir, revienta otra modalidad de corrupción. Ya no es el beneficio de manejar dinero colocándolo en productos financieros. Ya aquí es el descaro de sobrefacturar servicios a la industria petrolera. Estas fuentes en Londres dicen que el caso de los reaseguros de PDVSA puede afectar a empresas del ramo en esta ciudad, dado que el soborno es castigado internacionalmente.
Al igual que con el Espiritu Santo Banco cabe la pregunta: ¿dónde está la controlaría interna de PDVSA?. Igualmente es importante recordar que cuando ocurrió el incendio de Amuay poco fue lo que se pudo conocer de los seguros de PDVSA. La caja negra.
A muchos bancos ubicados en islas del Caribe como Antigua, Dominica, St. Johns, moda ahora entre los operadores venezolanos. se les hace dificultoso conseguir quién les maneje las transferencias a los Estados Unidos. De allí el drama, pues PDVSA y Venezuela han tenido una relación histórica de negocios con EEUU por lo que es casi imposible que el flujo de dinero no pase o toque este país.
Pareciera que por más de una década los EEUU se dedicó a recopilar información para obtener la suficiente y así presentar el caso lamentable de que nuestro país aparezca como un centro de corrupción mundial. No es casualidad que en menos de un año son tres los escándalos en fila de bancos internacionales. Lamentablemente esto afectara al venezolano común. Un banquero privado de Nueva York me comentaba por teléfono que cada vez es más difícil abrir cuentas a los venezolanos, que varios bancos de inversión han decidido vender sus carteras de clientes venezolanos o cerrar las cuentas.
Con información de KonZapata.