La canciller alemana, Angela Merkel, visitó este viernes el antiguo campo de concentración nazi de Auschwitz (sur de Polonia), donde confesó sentirse «profundamente avergonzada por los crímenes atroces que cometieron los alemanes» en ese recinto, que «van más allá de todos los límites imaginables».
«Cuando se recorre este lugar, una sólo puede guardar un respetuoso silencio -afirmó Merkel-, porque no hay palabras para describir toda la tristeza y el sufrimiento de quienes fueron asesinados, torturados y humillados aquí», dijo tras su recorrido por Auschwitz, en el que estuvo acompañada por el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki.
Merkel, al frente del Gobierno alemán desde hace casi 14 años, visitaba por primera vez este antiguo campo de concentración, el mayor puesto en marcha por la Alemania nazi durante la II Guerra Mundial y donde fueron asesinados más de un millón de prisioneros, en su gran mayoría judíos.