Todo sucedió al final del primer juego de la final de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional. El pelotero de Caribes de Anzoátegui, René Reyes, ofrecía declaraciones a un medio deportivo cuando su pequeño hijo se volvió noticia.
El muchachito acompañaba a su papá en la entrevista y de repente mostró un gesto de asombro ante lo que se presume, fue algún tipo de estímulo desde las gradas del estadio. En ese mismo momento, mostró el dedo «grosero» frente a las cámaras de televisión.
El gracioso momento fue televisado y su padre, en plena entrevista, actuó con toda la autoridad del caso y le sonó dos palmaditas tras el gesto.