La abogada Tamara Sujú, directora ejecutiva del Instituto Casla, ofreció este viernes más detalles acerca del caso del capitán de fragata Rafael Acosta Arévalo.
Señaló que al militar, que murió bajo torturas de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), lo colgaron desnudo de un árbol.
«Se lo llevaron a un lugar boscoso, a las afueras de Caracas. Ahí lo colgaron con las manos atadas de un árbol con los ojos vendados con un cartón«, explicó.
Dijo que también le dispararon cerca del oído para aturdirlo y que perdiera la audición: «Lo golpearon con palos en la cabeza, costillas, tórax, abdomen, codos, rodillas y en los pies (…) Le echaron ácido y no sabemos si fue en estos árboles o en los sótanos de la Dgcim donde le aplicaron las descargas eléctricas y otras torturas«, detalló.