Los altos precios en Venezuela están dejando sin aliento y con el estómago cada vez más vacío a los ciudadanos.
Aquellos alimentos que otrora fueron las opciones que tenían al alcance los estratos más bajos hoy se han convertido sencillamente en un lujo.
Es el caso de la mortadela el precio es casi cercano al del salario mínimo integral, que desde el 1 de marzo quedó oficialmente en 1.307.646,00 bolívares.