En medio de la tensión en Brasil por lo que sucede en Venezuela, ante la disputa que mantienen los poderes políticos del país por calificar políticamente al gobierno de Nicolás Maduro, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva insiste en que no se trata de una dictadura; sin embargo, el presidente del Tribunal Supremo de ese país, Luis Roberto Barroso, fijó posición.
Barroso posiblemente se vio motivado por las cifras ofrecidas por la ONG Foro Penal, citadas por el diario O Globo, que indica que en Venezuela actualmente se registra el mayor número de presos políticos de la historia con más de 1.500 detenciones, entre las cuales destacan 114 menores de edad, indica en un artículo Juan Arias, para El País.
El presidente del Supremo brasileño manifestó que Maduro no puede calificarse como de izquierdas o de derechas porque, a su juicio, es un “naufragio político” que califica como “desastre humanitario”.
“Me sorprendo cuando las personas discuten si Venezuela es de derechas o de izquierdas. No es ni una cosa ni otra, es solo un desastre humanitario (…) Nunca entendí bien por qué la izquierda brasileña se amarró al maestro de ese naufragio que es Venezuela (…) La vida gravita en función de lo cierto y lo errado y no de las ideologías”, señaló Barroso.
Redacción Maduradas con información de El País.
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