Quienes habitan en los sectores aledaños a la Cota 905 no dejan de vivir en zozobra ante los contantes tiroteos que se registran en la zona.
En medio de las balaceras que se han extendido durante dos días continuos, los caraqueños comienzan a sufrir las consecuencias de la caída de balas perdidas en sus hogares.
Algunos ciudadanos mostraron los daños causados en sus viviendas por los proyectiles que han caído como consecuencias de los enfrentamientos entre bandas criminales y cuerpos de seguridad.