Los más de 100 temblores registrados en los últimos 10 días en el estado de California han reavivado el temor de que se produzca un gran sismo mayor, conocido como el «Big One» y que ha sido vaticinado desde hace tiempo por expertos en geología.
Y es que la Falla de San Andrés, que se exteiende por más de 1.300 kilómetros que atraviesa a California de norte a sur, concentra un potencial sísmico de gran magnitud, por lo que la liberación de su energía traería devastadoras consecuencias para esa región. Esta falla localizada entre las placas tectónicas de Estados Unidos y del Pacífico tiene un desplazamiento que para muchos genera terror, pues especialistas afirman que está lista para liberar su energía.
El llamado «Big One» sería un sismo de consecuencias devastadoras que ocurriría en la región sur de la Falla de San Andrés. En ese sector no ocurre un sismo mayor desde hace 300 años, lo que significa que hay una acumulación de energía muy fuerte lista para ser liberada.
El Servicio Geológico de Estados Unidos advirtió desde 2008 que se podría registrar un sismo superior a los 7.8 grados con epicentro en la Falla de San Andrés . MIles de vidas estarían en riesgo si ello ocurre.
El probable sismo, que podría llegar a presentar magnitudes catastróficas de hasta 9, incluso ocasionaría que la Península de Baja California se desprendiera de México, convirtiéndose en una isla.