Ángela Villarreal, de 24 años, es una joven venezolana, que confesó en una entrevista publicada el pasado miércoles 6 de marzo en el portal web de BBC Mundo, que cree en el chavismo a pesar de la crisis que atraviesa el país.
«Siento que el verdadero enemigo del chavismo es el propio chavismo. No tenemos a alguien que se pueda organizar electoralmente para contrarrestarnos. Siento que si la salida al problema que hay ahorita es electoral, saldríamos airosos, incluso si ellos ponen las normas y cambian las autoridades del CNE (Consejo Nacional Electoral). Yo lo aceptaría», manifestó.
La chica vive en Guatire con sus padres, de clase media profesional. Dice que su mamá es chavista, pero su papá no. Villarreal es una estudiante a punto de culminar la carrera de Sociología y ya es militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv).
«Sí creo que ganaríamos incluso en una elección abierta con todos los candidatos y partidos. Internacionalmente muchos no entienden eso», enfatizó.
Descartó que en Venezuela se violen los derechos humanos, como política sistemática del régimen de Nicolás Maduro, como asegura la oposición política.
«Hay procedimientos abiertos a la Guardia Nacional, pero siento que estos procesos se quedan enmarañados en el retraso procesal histórico del sistema judicial venezolano.No creo que la tortura sea algo sistemático ni una política de Estado», reiteró.
Aseveró que los colectivos armados sí existen y mostró su desacuerdo, con el accionar que vienen realizando, dentro de la política venezolana.
«No voy a negar que existen. Internacionalmente no entienden de dónde nacen. No los estoy justificando, no creo que para hacer política necesites armas. Esta gente usó armas desde el 27 de febrero (de 1989, el ‘Caracazo’). Es la forma venezolana de hacer la política. Caracas entera tiene parroquias combatientes. Es un proceso de defensa», explicó.
Recalcó que es chavista porque es la ideología que más se le parece a ella.
«Siempre me gustó el ejercicio de la política y fueron los primeros que me ofrecieron participar en política en mi liceo. En la Universidad me encontré gente muy intolerante. Creo que si me hubiera encontrado opositores más abiertos, yo no estaría en el chavismo. Y me considero de izquierdas. No de una izquierda marxista, socialista. Creo en lo público. Soy de una izquierda muy distinta al chavismo, pero siento que el chavismo es lo que más se parece a mí», argumentó.
Redacción Maduradas con información de BBC Mundo
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