Después del robo genérico, el de celulares ocupa el segundo lugar en la Gran Caracas. De cada 100 delitos cometidos, el despojo de teléfonos con el uso de arma de fuego ocupa cerca de 40%. Así lo indicó el comisario Argenis Guillén, asesor en materia de seguridad, quien destacó que las jurisdicciones que reportan mayor incidencia son Libertador y Chacao. «Es difícil precisar cuántos robos y hurtos de estos equipos se han reportado, pues son contadas las personas que denuncian ante los organismos de seguridad. Sin embargo, en los últimos meses se registra un repunte en el robo de teléfonos».
Para Manuel Tangir, secretario de seguridad del municipio Baruta, el alza obedece a dos motivos. La escasez de modelos de celulares de última de generación por problemas de importación: los pocos que existen en el mercado tienen un costo que oscila entre 15 mil y 35 mil bolívares. Otra de las razones que impulsa al robo es el déficit de repuestos.
«En Baruta, el año pasado, de enero a diciembre solo recibimos siete denuncias de robos de celulares. En los primeros meses de este año van 14. Pese a que las cifras negras rondan el 90%, los reclamos por este delito aumentaron en 200%», dijo Tangir.
De acuerdo con cifras de Polichacao, 131 robos de teléfonos móviles fueron denunciados entre enero y junio de 2013. Para el mismo período de este año hubo 359 notificaciones sobre este delito, lo que representa un incremento de 270%.
Según Argenis Guillén, los robos más frecuentes son los arrebatones. Las modalidades más comunes son los asaltos de teléfonos en las colas. «En los congestionamientos reportados en la Autopista Francisco Fajardo y en la Avenida Francisco de Miranda, en los tramos que enlazan a los municipios Chacao y Sucre, los motorizados tocan los vidrios de los vehículos y les exigen a sus ocupantes que les den los teléfonos».
Un negocio lucrativo
La escasez y el alto costo de los repuestos, que en el último mes se ubicó en 20%, según los propietarios de tiendas de reparación de celulares, han promovido este tipo de delito.
Para Miguel González, dueño de un puesto de reparación de celulares, diariamente se acercan sujetos de mal aspecto para ofrecer celulares de última generación entre cuatro y seis mil bolívares.
«Estos en su mayoría son robados, nos piden que los liberen y lo ofrecen en venta. Hay quienes los compran para desarmarlos y vender las piezas a un costo elevado. Por ejemplo, las carcasas, pantallas y los táctiles están escasos en el mercado. Una pantalla de un teléfono robado la pueden vender en 15 mil bolívares. Esas ofertas las he rechazado porque compro directamente a los proveedores», apuntó González.
Con información por el portal del diario El Universal