Una mezcla inestable y siempre perdedora de socialismo con populismo lleva años conduciendo a la economía de Venezuela en una espiral de estancamiento y deterioro, que últimamente la ha llevado a un nuevo nivel de crisis económica agobiante.
Venezuela está inmersa en un rápido aumento de la inflación, el racionamiento, los controles de precios, e incluso la escasez -que era previsible que ocurriera- de productos para las necesidades básicas, como medicinas o el papel higiénico. Sin embargo, Venezuela podría terminar perdiendo mucho más que los productos sus estantes.
El Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice) realizó un informe sobre los resultados de los 16 años de socialismo Venezuela, en el que los autores argumentan que los aumentos en el gasto social con fines ideológicos sociales programas ha causado la destrucción de la herencia social de los venezolanos.
Los sociólogos Isabel Pereira, Ana María Carrasquero y Rafael Quiñones, fueron los autores del estudio que llamaron “La paradoja entre un gasto social creciente y la destrucción del patrimonio social de los venezolanos 2003-2014” y que está lleno de pruebas de como “El objetivo del siglo XXI no eran los pobres: era el aniquilamiento de la libertad y el control total del poder. Esa ha sido la gran estafa al pueblo, el gran robo de los recursos del país”.
En nombre de este siglo XXI se ha cometido una de las más grandes estafas contra el pueblo venezolano, al vender falsamente el argumento político de que el centro neurálgico de su modelo era redimir los sectores populares de la pobreza e injusticia.
“Encubiertos por esta mentira y sin piedad alguna, concentrar un voluminoso gasto social (más de 400 mil millones de dólares según Giordani) y aplicarlos sin remordimientos en programas sociales ideologizados. Provocar la degradación del verdadero patrimonio nacional de edificaciones educativas, sanitarias, vías de comunicación, servicios básicos de electricidad y agua, construidos entre 1958 y 1998, al negarles los recursos para su mantenimiento y expansión.”
El costo verdadero de Barrio Adentro, de la educación bolivariana y de Mercal ha sido la destrucción de la red de hospitales públicos, de las universidades nacionales, la desaparición de los productores de alimentos y las 7.500 horas sin servicio eléctrico que ha sufrido el país. Venezuela en 2015 es más pobre que en 1999 porque ha perdido gran parte de la infraestructura, tecnología y recursos humanos que acumuló y desarrollo entre 1958 – 1999 y no cuenta con nada nuevo, distinto o mejor.
Un buen ejemplo de la desviación de recursos es la ocurrida en el año 2011 con el presupuesto del Ministerio del Poder Popular para la Salud con un monto 4 mil 170 millones de dólares, en ese mismo periodo la burocracia cubana se embolsilló unos 5 mil 700 Millones de dólares por supuestos servicios de salud, cifra equivalente al 113% del presupuesto de ese ministerio señala el informe.
(…) El salario de un profesor universitario a dedicación exclusiva es 10% menor al sueldo de su homólogo en Colombia, Ecuador y hasta Bolivia. En 2014, es 61% menor a lo que ganaban en enero de 2008. Su salario real apenas alcanza los 2.018 bolívares al mes.
(…) El resultado no puede ser otro que el empobrecimiento total de la sociedad, en 2014 más de 15 millones de personas sufre la pérdida de valor de sus ingresos familiares para alimentarse, cubrir gastos de salud, electricidad, transporte y alquiler de la vivienda. Hay más venezolanos en situación de pobreza que en 1998, aun cuando el precio del petróleo ha sido 10 veces superior en 2014 a los 9,0 dólares por barril de ese tiempo. Para 2015 la inflación se encamina hacia los tres dígitos y el alza de precios en alimentos, será superior a 130,0%.
Vea el informe completo publicado por Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice):
Con información de Cedice