Una fuente del Cementerio del Este explicó al portal El Cooperante cómo es el proceso de entierro de un cadáver que al parecer no fue cumplido en el caso del sepelio del cuerpo de Óscar Pérez.
Cada cuerpo en su ataúd es bajado de la carroza fúnebre, luego lo trasladan al sitio de entierro, constituido por dos bóvedas de concreto, que presentan dos capas: una inferior, que le dicen mezzanina y una superior.
En las bóvedas pueden ser ingresados dos cadáveres. Tradicionalmente es cubierta por completo al día siguiente, no en el mismo día, pero esto está sujeto a ciertas excepciones si el familiar del fallecido exige que todo el proceso sea realizado el mismo día.
La misma fuente confesó al medio que el proceso de entierro de Óscar Pérez duró menos de cinco minutos.
“Se colocó el ataúd en la bóveda, se instaló la capa superior, se cubrió por completo y luego colocaron la grama enseguida, porque así fue solicitado por el Gobierno”, dijo el informante.
El Cooperante afirma que el año pasado, visitaron las tumbas de Miguel Castillo, Juan Pernalete y Armando Cañizalez -tres de los caídos durante las protestas- a tan solo dos días después de su entierro y aún no les habían colocado el engramado a sus tumbas.
Otros medios y particulares se habían percatado de este detalle el mismo día del entierro. Comentaban que, incluso, por experiencias de cercanos y familiares, este trámite puede tardar días, semanas y hasta meses.