Usurpando funciones que no le competen, la canciller Delcy Rodríguez desestimó este miércoles las investigaciones del Ministerio Público -ente encargado constitucionalmente- respecto a las muertes de las protestas y adelantó que crearán una «comisión de la verdad» paralela.
«Nada ni nadie podrá detener la verdad sobre los delitos de odios cometidos por los factores políticos opositores”, respondió a través de sus redes sociales, luego de que la fiscal Luisa Ortega Díaz desenmascarara ante el mundo la verdad sobre la muerte de Juan Pernalete, joven asesinado en Altamira. El Gobierno había dicho que el muchacho murió por el disparo de una pistola de perno, pero las investigaciones del Ministerio Público concluyeron que murió por el impacto de una bomba metálica.
Rodríguez aseguró que dicha comisión “establecerá la verdad caso por caso, sin manipulaciones ni arbitrariedades”, lo que permite interpretar que para la canciller -que repetimos, no sabemos por qué se involucra en estos casos porque su cargo no le confiere esas atribuciones- las investigaciones de la Fiscalía están sesgadas.
Dicha Comisión le rendiría un informe a la Asamblea Constituyente, una figura que ni siquiera ha sido electa en el país.