Expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) están analizando junto a colegas sudafricanos la nueva variante descubierta del coronavirus causante de la COVID-19, que genera preocupación por el alto número de mutaciones que ha desarrollado.
“Es una variante a seguir, y es preocupante”, destacó en un encuentro con internautas la jefa de la unidad técnica anticovid de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Van Kerkhove, quien señaló no obstante que el descubrimiento muestra que el nivel de alerta de los laboratorios ante la COVID sigue siendo alto.
“No conocemos mucho de esta variante aún, sabemos que tiene un alto número de mutaciones, y la preocupación es que ello afecte al comportamiento del virus”, destacó Van Kerkhove en el sentido de que puede cambiar su capacidad de transmisión, o la efectividad de tratamientos, diagnósticos y vacunas contra el coronavirus.
“Tomará unos días ver qué impacto puede tener y el potencial de las vacunas ante la variante”, subrayó la experta, quien también indicó que un grupo de asesores de la OMS celebrará un encuentro para analizarla.
“No hay motivo para la alarma, pero hay que ver qué significa”, afirmó Van Kerkhove, quien recordó que la variante delta, actualmente causante de prácticamente todos los nuevos contagios de COVID-19 en el planeta, también presenta diferentes mutaciones.
Científicos y autoridades sanitarias de Sudáfrica confirmaron hoy la existencia de la nueva variante del coronavirus, denominada B.1.1.529, que posee una treintena de mutaciones.
La nueva variante presenta “una constelación muy inusual de mutaciones”, pero su “significado aún es incierto”, explicó en una rueda de prensa virtual el profesor Tulio de Oliveira, de la Plataforma de Innovación en Investigación y Secuenciación de KwaZulu-Natal (KRISP).
Hasta ahora se han confirmado casos de esta variante en Sudáfrica, en la vecina Botsuana y en Hong Kong (China).
Redacción Maduradas con información de EFE