Aves marinas y costeras de Perú, Ecuador y Venezuela se encuentran en peligro por un brote de influenza aviar que obligó a declarar una alerta sanitaria por al menos tres meses para mitigar el impacto causado por la migración de aves desde el hemisferio norte.
Perú despunta hasta el momento como uno de los países costeros más afectados en la región, donde no se descarta que los contagios de gripe aviar se propaguen a otros países.
Unas 17.500 aves marinas, en su mayoría pelícanos juveniles, murieron en la última semana en el país, según las autoridades.
Además se constató la muerte en la costa peruana de más de 3.000 cormoranes y piqueros, entre otras especies.
El brote afecta también a las aves de corral, de las cuales ya se han sacrificado a unos 37.000 pollos y gallinas. En adición se prohibieron las peleas de gallos y las ferias avícolas previstas para Navidad.
En Lima, la capital peruana que se levanta de cara al oceáno Pacífico sobre los pies de los acantilados que lo bordean, se reportaron escenas surrealistas como pelícanos deambulando moribundos por las calles.
Venezuela en alerta
Venezuela declaró este viernes una alerta sanitaria de 90 días en cinco estados costeros al norte y noreste del país, frente al mar Caribe.
Gabriela Jiménez, ministra de Ciencia y Tecnología venezolana, informó sobre «la detección del virus de Influenza Aviar AH5N1 en pelícanos» en el estado Anzoátegui, en la población de Puerto Píritu (noreste).
Se trata del «primer reporte de influenza tipo A, subtipo H5 lo que provocó el estado de alerta» que abarca a los estados Anzoátegui, Miranda, Nueva Esparta, La Guaira y Sucre, donde se implementará un periodo de «cuarentena» y vigilancia epidemiológica.
También se sacrificarán las aves positivas o con nexos epidemiológicos de riesgo y se prohibieron «eventos gallísticos, ferias y exposiciones con presencia de aves y porcinos«.
EFE
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