En otras de sus tristemente célebres jornadas de fiscalización, la Sundde obligó a las cadenas distribuidoras de licores Prolicor y Celicor a aplicar rebajas entre 30% y 50% de los precios de la mercancía.
Decenas de ciudadanos acudieron como «zombies» a hacer las colas para comprar alguna botella de licor en distintos establecimientos de esta cadena ubicados en Caracas. A pesar de que el hambre arrecia, estas personas prefieren invertir su dinero en alcohol y no en comida.
En redes sociales se compartieron imágenes de las colas que se presenciaron frente a los negocios de Prolicor, pero también muchos mensajes de crítica contra los que aprovecharon este descuento obligado.