La Justicia de Perú dispuso este jueves 15 de diciembre 18 meses de prisión preventiva en contra del expresidente Pedro Castillo, imputado por los delitos de rebelión y conspiración tras el golpe de Estado fallido que intentó contra el Congreso de su país.
Por medio de una audiencia virtual, la decisión fue anunciada por el juez supremo Juan Carlos Checkley.
El magistrado lo dispuso así al encontrar fundados elementos de convicción, eventual condena superior a cuatro años de pena privativa de la libertad y peligro procesal.
También ordenó comparecencia con restricciones y reglas de conducta para el expremier Aníbal Torres, investigado en el mismo caso.
El destituido presidente peruano Pedro Castillo fue conducido el pasado miércoles al penal de Barbadillo, en el distrito limeño de Ate. Allí mismo está recluido el expresidente Alberto Fuijimori, quien cumple su condena de 25 años de cárcel.
Esposado y en medio de un fuerte operativo policial, así fue trasladado Pedro Castillo al mencionado penal, como se constata en varios videos difundidos por los medios.
Castillo decidió disolver el Congreso de su país, convocar un congreso constituyente y gobernar por decreto hasta que el país tuviese una nueva Constitución. Una medida que llamó «un gobierno de emergencia nacional».
Sin embargo, recibió condena de todos los sectores políticos e institucionales del país, de las Fuerzas Armadas y la Policía peruana. En cuestión de horas, el Congreso que iba a discutir una moción de censura (vacancia en las leyes peruanas) lo destituyó con el voto de 101 de los 130 legisladores.
En su lugar, asumió la vicepresidenta Dina Boluarte, quien juró ante los diputados y se convirtió en la primera mujer en ostentar el cargo.
Castillo, al no contar con el apoyo de los militares, fue detenido de inmediato.