Después del sorpresivo acercamiento que protagonizaron el miércoles Cuba y Estados Unidos en busca de normalizar sus relaciones diplomáticas, Venezuela perdería a su principal aliado en la prédica antiestadounidense en América Latina… Ups… ¡Eso dolió!
Desde que asumió en 1999 la presidencia del mayor exportador de crudo de Sudamérica, el fallecido Hugo Chávez inició una carrera para contrapesar la influencia estadounidense en Latinoamérica y para ello impulsó organizaciones regionales como la Unasur y el ALBA, que excluyen a Estados Unidos.
Pero sin la arrolladora personalidad de Chávez han ido perdiendo fuerza y, a medida que la crisis económica abraza a Venezuela, su influencia se hace sentir cada vez menos.
No sólo Cuba volteó su vista con una actitud más conciliadora hacia el norte, otros aliados de Venezuela como Bolivia y Ecuador han mostrado -pese a su discurso combativo- interés por trabajar codo a codo con Estados Unidos.
Hace unos días, por ejemplo, el canciller boliviano David Choquehuanca dijo que planteó una reunión entre el presidente Evo Morales y su homólogo estadounidense, Barack Obama, para recomponer las relaciones entre ambos países, rotas desde la expulsión en 2008 del embajador de Washington en La Paz.