Esta semana, fuimos sorprendidos con la trágica e inesperada noticia de la muerte de Oliver Sánchez, un pequeño de 8 años de edad que padecía de cáncer (Linfoma Hodgkin), y que se hizo conocido luego de participar en una protesta en la que exigía los medicamentos que necesitaba, y que estaban escasos.
La fotografía de un pequeño triste y serio con un cartel que decía “quiero curarme” se hizo viral en las redes sociales y generó enorme impacto en los venezolanos, pero quizás, jamás consideramos la verdadera urgencia de su súplica.
El ilustrador venezolano Eduardo Sanabria, mejor conocido como EDO, le dedicó una caricatura que tituló: “Indiferentes”, y que demuestra precisamente lo insensible que nos hemos vuelto los venezolanos ante las tragedias del día a día.
En la ilustración se muestra el espíritu de Oliver Sánchez, con alas de ángel y volando hacia el cielo con un cartel que en esta ocasión muestra a una paloma, y ya no una súplica por medicamentos. La imagen va acompañada de la siguiente frase: «Tendremos remedio cuando dejemos de ser indiferentes».
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