El poderoso Rafael Ramírez Carreño,Vicepresidente para el Área Económica, ministro del Poder Popular de Petróleo y Minería y presidente de PDVSA, fue comisionado por “el alto mando de la revolución” para explicarle a los delegados al III Congreso del PSUV la imperiosa necesidad de tomar medidas económicas que aunque tengan que ser impopulares serán tanto como la vida o la muerte de la revolución.
Debido a que primero deben ser aceptadas por el PSUV tras haberlas presentado como única alternativa a que el gobierno siga siendo rojo-rojito fue que Ramírez canceló la presentación que tenía pautada el pasado viernes ante banqueros y financistas en Nueva York. En esencia lo mismo que le prepararon los asesores franceses y que ya presentó en Londres hace poco más de un mes.
Las dos medidas principales serán el aumento de la gasolina y la unificación de la paridad cambiaria en una cifra dentro del rango de los treinta a cuarenta bolívares por el verde billete estadounidense.
La fecha que tenían prevista para anunciar las medidas sería cercana al 15 de agosto, pero tras el discurso de hoy de Ramírez ante el partido oficial podría adelantarse.
El consenso logrado entre las fuerzas de Maduro, Diosdado y Ramírez fue clave para superar los temores de que un anuncio así -con la enorme conflictividad social del país exhibida a diario- podría provocar un caos mayor.
Otras medidas a ser anunciadas gradualmente incluirían reversión de estatizaciones o expropiaciones fracasadas, cancelación de deudas en dólares para importación a sectores productivos e igualmente para las áreas de salud, alimentación y servicios entre los que estarían el transporte público, la aviación y la producción automotriz.
En el alto gobierno -las tres figuras mencionadas y alguno que otro ministro- hay consenso para enfrentar la reacción de los trabajadores y sindicatos en caso de no aceptar las medidas en medio de una inflación superior al 70% lo que viene a ser una fehaciente demostración de la ineficiencia e improvisación, añadida a la corrupción mil millonaria, de los últimos años.
Las interrogantes para esos miembros del PSUV que escucharon hablar de unas bondades del socialismo que no existen irán en aumento los días por venir. Tan solo hoy en una visita a un medio de comunicación independiente un alto jerarca gubernamental aceptó en privado que “hay que tomar medidas, no podemos esperar más pues si no se nos cae el país”. Los interlocutores se miraron y pensaron: “primero se cae el gobierno, lo que pasa es que no lo reconoce de la boca para afuera”.
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