Este domingo 29 de agosto, el gobierno de Estados Unidos atacó un vehículo que, supuestamente, transportaba a “múltiples terroristas suicidas” de la filial afgana del Estado Islámico (ISIS-K), los cuales, aparentemente, se dirigían al punto de evacuación militar en el aeropuerto internacional de Kabul. Los ciudadanos habrían resultado abatidos en el operativo.
“Llevamos a cabo un ataque aéreo contra una amenaza creíble en Kabul”, dijeron a medios de comunicación, según reseñó Infobae.
Al parecer, de acuerdo con un funcionario militar, el ataque causó importantes “explosiones secundarias”, por lo que se pudo evidenciar la presencia de una sustancial cantidad de material explosivo en el vehículo.
Hasta el momento, los informes indican que no hay víctimas civiles causadas por el ataque aéreo; sin embargo, aún se están evaluando las condiciones para determinar daños colaterales.
El evento, por su parte, sería el segundo ataque aéreo que Estados Unidos lleva a cabo contra el grupo que, supuestamente, ejecutó un atentado suicida el pasado jueves 26 de agosto y en el que murieron al menos 150 personas, incluidos 13 funcionarios militares estadounidenses.