Este viernes 31 de octubre, se pudo conocer el fallecimiento del reconocido actor británico Sean Connery, quien interpretó, entre muchos otros, al primer James Bond conocido y el que muchos, aparentemente, prefieren por encima de otras interpretaciones del mismo personaje.
De acuerdo con lo reseñado por El Mundo, Connery se retiró en 2003 y vivió desde entonces en un complejo residencial de lujo en Las Bahamas. Aparentemente, se dedicó, desde entonces, a disfrutar de su fortuna junto a su esposa, la pintora Micheline Roquebrune.
Su rutina consistía, supuestamente, en jugar al golf, descansar en su terraza, pasar tiempo con su esposa y dedicarse a gozar del sol. Así lo refirió el medio de comunicación.
Se estima que la fortuna de Connery ascendía más allá de los $90,000,000 netos, sin contar los valores de sus propiedades.
Sin embargo, pese a haber elegido el momento de su retiro y disponer de una vejez garantizada por su trabajo, se pudo conocer que el reconocido actor tenía un carácter fuerte que llegaba a ser controlador y dominante. Así lo dijo, en su momento, Diane Cilento, esposa de Connery hasta 1973. Cilento afirmó que Connery tenía “arrebatos impulsivos” que llevaron a su ruptura definitiva.
Sin embargo, más allá de este detalle íntimo, se desconocen mayores aspectos de la intimidad de Connery, ya que era muy celoso de la misma.
Aún así muchos recuerdan todavía que, antes de su retiro a Las Bahamas, Connery enfrentó una investigación de Hacienda por supuesta evasión de impuestos en España, tras haber participado en una operación de compra-venta de apartamentos de lujo con una gran cantidad de socios, pero con papeles aparentemente fuera de regla.
Redacción Maduradas con información de El Mundo
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