El presidente electo argentino, Alberto Fernández, y el mandatario saliente, Mauricio Macri, presenciaron este domingo una misa por la «unidad y la paz» convocada por la Iglesia Católica en la localidad de Luján, en la provincia de Buenos Aires.
Ambos adversarios políticos se sentaron juntos durante el servicio y se abrazaron al final, en el momento en el que se dieron la paz, entre sonrisas y un intercambio de palabras, dos días antes del traspaso de poderes que pondrá fin al Gobierno de Macri e iniciará el de Fernández.
Condujo la homilía el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheinig.
«Estamos en otro tiempo, pero debemos hacer todo lo posible por resistir y no caer en la tentación de querer destruir al otro. En la patria, el otro es mi hermana, es mi hermano», dijo Scheinig delante de los líderes políticos que protagonizaron una dividida campaña electoral y en un escenario, el de los últimos años en Argentina, de confrontación polarizada entre dos sectores de la población.