Recientemente, luego de que se diera a conocer la noticia de la violación de una joven de 18 años de edad, venezolana, residenciada de Argentina a manos de su empleador, su mejor amiga, Patricia, brindó detalles sobre el hecho a la prensa.
«Mi amiga estaba totalmente inconsciente, no se pudo defender, no pudo decir ‘no quiero’, no pudo empujarlo», dijo la muchacha, entre lágrimas.
Del mismo modo, aseveró que el hombre, identificado como Irineo Garzón Martínez, habría intentado borrar las pruebas del delito.
Patricia indicó que, cuando su amiga dio el aviso a su madre sobre el hecho de «sentirse mareada», la mamá, preocupada, informó a las autoridades para detener a Garzón. Cuando la policía llegó al lugar, el ciudadano intentó retener a las autoridades.
«Cuando llega la policía, este tipo tardaba en atender (…). Abrieron la puerta, salió el tipo con las manos arriba y lo esposaron (…). A mi amiga la hicieron reaccionar un poco en la ambulancia, la sacaron en una silla de ruedas, pero ella no podía ni siquiera hablar por el grado de droga que tenía, tenía espuma en la boca», añadió, claramente afectada.