Una verdadera tángana fue lo que se armó en el segundo juego de la final de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) entre los Tiburones de La Guaira y los Cardenales de Lara tras el “perreo” por un jonrón que conectó Maikel García este miércoles 24 de enero en el Estadio Universitario de la UCV, en Caracas. Los del Litoral terminaron llevándose el encuentro 10 carreras por ocho.
“No traté de provocar a nadie, solo me disfruté el batazo”, aseguró Maikel García, quien así se defendió ante las críticas de periodistas y fanáticos por la forma en la que celebró el cuadrangular que terminó por decidir el encuentro.
“Me estaban gritando desde el dugout que estaba asustado y pienso que soy un pelotero que nació para estos momentos y lo he demostrado en esta liga. Me lo disfruté, uno no vive esto todos los días”, agregó.
Luego de que Brayan Rocchio abriera el octavo episodio con sencillo frente a Silvino Bracho, García se aproximó al cajón de bateo con la frustración de haber fallado en sus tres primeros turnos del candente encuentro.
García descifró un cambio de velocidad del relevista zuliano, quien se quedó colgado en el medio del plato, para desaparecer la bola por el jardín central. Pero su recorrido por las bases fue de puro «perreo», una situación que provocó que se vaciaran las bancas por segunda vez en el desafío.
“La clave fue no perder el enfoque. Sabía que en algún momento del juego me iba a llegar ese turno importante, y gracias a Dios pude sacarla de jonrón”, sostuvo después el pelotero.