La noche de este lunes 26 de febrero se llenó de melodías y emociones cuando el renombrado tenor italiano Andrea Bocelli se presentó en el escenario del Festival de Viña del Mar. Sin embargo, la ausencia de un reconocimiento específico dejó al público y a los televidentes con un sabor agridulce.
Bocelli recibió las tradicionales gaviotas de plata y oro, honores que se otorgan a los artistas invitados. Pero la expectativa estaba puesta en otro galardón: la gaviota de platino. El “Monstruo”, como se conoce cariñosamente al público viñamarino, clamaba por este premio especial para el tenor italiano.
Los gritos resonaban en la Quinta Vergara, y las redes sociales se llenaban de peticiones fervientes. No obstante, los animadores explicaron en los comerciales por qué no podían entregarle a Bocelli ese codiciado reconocimiento: simplemente no existía. Este premio se reserva para instancias especiales y requiere una planificación previa.
No es la primera vez que ocurre algo similar. En 2020, la chilena Mon Laferte también fue objeto de la misma solicitud. El “Monstruo” anhelaba la gaviota de platino para la cantante, pero el reconocimiento no se materializó. Ana Gabriel, en ese mismo año, también fue protagonista de esta petición sin resultados.
La historia de la gaviota de platino comenzó en 2012, cuando se entregó por primera vez a Luis Miguel, el icónico “Sol de México”. Este galardón especial celebra la trayectoria musical de los artistas que se presentan en la Quinta Vergara. Desde entonces, solo tres figuras han sido honradas con esta distinción: Isabel Pantoja, Lucho Gatica (de manera póstuma) y Los Jaivas.
La ausencia del ese galardón para Andrea Bocelli no pasó desapercibida. Durante una pausa comercial, la animadora María Luisa Godoy se dirigió al público: “Yo entiendo que estén enojados, les encuentro toda la razón. Nos encantaría que Andrea Bocelli estuviera acá, al igual que ustedes. Pero les juro por mis cinco hijos que no tenemos una gaviota de platino”.