La pianista venezolana Gabriela Montero rechazó las críticas de que fue víctima luego de haber apuntado al director de orquesta Gustavo Dudamel por, a su juicio, no aprovechar los canales de los que dispone para denunciar la crisis en Venezuela y al régimen de Nicolás Maduro.
De acuerdo con las recientes declaraciones de Montero, vía Twitter, ha sido señalada de “visceral, insensata y obsesiva” por sus apreciaciones sobre Dudamel y apuntó este hecho como una forma de “censura” sobre sus opiniones.
“Cuando un músico apunta el dedo a un colega por su conocido y evidente rol en el colapso de su país, lo llaman ‘envidia y querer figurar’. Si la denuncia es de una mujer a un hombre, añádanle ‘malvada y obsesiva’. La censura tiene muchas formas, algunas más feas que otras”, expresó la músico.
Del mismo modo, cuestionó que el hecho se repite no solo en el área musical, sino en la cotidianidad.
«Cuando un hombre apunta el dedo a otro hombre por su evidente y conocido rol en la maquinaria destructiva que colapsó un país, se le respeta. Cuando una mujer lo hace, somos ‘viscerales, insensatas, obsesivas y tenemos alguna riña personal u obsesión sexual’. No hemos avanzado», aseveró.