Grupos de manifestantes entraron en el edificio del Congreso de Paraguay tras hacer retroceder a los agentes de la Policía, en un nuevo brote de los incidentes violentos registrados antes, después de que hoy un grupo de 25 senadores aprobó el proyecto de enmienda constitucional para habilitar la polémica reelección presidencial.
Varios cientos de personas rompieron la barrera policial en una batalla campal en la que las fuerzas del orden dispararon balines de goma, emitieron gas lacrimógeno y accionaron las tanquetas de agua.
Los manifestantes destrozaron vidrieras del edificio, en el centro histórico de Asunción, y quemaron las puertas de entrada, además de lanzar petardos y piedras a la Policía. Algunos de quienes entraron al recinto se apoderaron de documentación que luego voltearon en el exterior.