¡MUY NECESARIO LEER! “Machismo, cacicazgo, poder y complicidad (e impunidad)”: periodista publicó un testimonio sobre su cobertura al caso de Linda Loaiza (+detalles)

Linda Loaiza López fue secuestrada por un desconocido durante casi cuatro meses en 2001, tiempo en el que fue torturada, golpeada y violada en reiteradas ocasiones, hasta que logró ser rescatada.

La joven de 18 años de edad en ese entonces pensaba que encontraría la justicia tras ser arrancada de las garras de su secuestrador.

No obstante, López indicó en un artículo publicado en 2018 en el diario El País que el sistema judicial venezolano “mostró un deliberado interés en proteger al agresor, por ser hijo de una importante figura pública en Venezuela”.

“Machismo, cacicazgo, poder y complicidad (e impunidad). Este es mi testimonio periodístico sobre mi cobertura del caso de violencia de género que estremeció a Venezuela en 2001: El nombre de Luis Carrera Almoina desató cortocircuitos desde el primer momento de conocerse la noticia del secuestro, tortura y violación de Linda Loaiza hace dos décadas”, recordó este viernes el comunicador social Noé Pernía.

En medio de una ola de denuncias en rede sociales de acoso, abuso y violencia sexual contra menores de edad por parte de músicos, intelectuales y otras figuras venezolanas, Pernía indicó que el primer apellido del secuestrador “lo emparentaba con un connotado intelectual venezolano (su tío) y un académico de renombre ex rector de una universidad (su padre)”.

“Comenzaron a levantarse los muros para blindar al delincuente y desprestigiar a la víctima. Uno de esos muros sorprendentes fue la conexión de la familia Carrera con uno de los altos directivos de Radio Caracas Televisión (R.C.T.V). Y eso trajo sus consecuencias: la autocensura”, dijo.

El periodista señaló que en ese momento no existían las redes sociales y que la ciudadanía podía mantenerse informada a través de noticieros de televisión, la prensa escrita y la radio.

“Los Carrera movieron sus influencias en R.C.T.V para que El Observador, el noticiero de mayor audiencia en Venezuela, silenciera cualquier referencia al delito, que no se mencionara a Luis Carrera Almoina y censuráramos a @lindaloaiza, la víctima”, indicó.

Pernía afirmó que eso fue lo que sucedió y los trabajadores del canal siguieron las órdenes haciéndose “cómplices del cacicazgo mediático de los alto ejecutivos”. Sin embargo, destacó que no se esperaba la reacción de la audiencia ante el caso.

Presión social

Aseguró que cuando la noticia de la captura del violador de López comenzó a ocupar las primeras planas de los noticieros de radio y de otras cadenas de televisión, el público empezó a “reventar” los teléfonos de El Observador para expresar su indignación e insultar al espacio por “el silencio y la censura” a la víctima.

Añadió que los mismos altos ejecutivos de RCTV que en un principio habían ordenado censurar a López “revirtieron la decisión gracias a la presión de los televidentes y nos dieron carta blanca para volver a cubrir el caso”.

Señaló que fue en ese momento cuando lo enviaron como corresponsal a Mérida para realizar el primer reportaje sobre el caso “de muchos que vendrían sobre la evolución médica de Linda Loaiza, su entorno humano, el proceso penal y la cárcel de Luis Carrera Almoina, el delincuente”.

Reveló que cada uno de los reporteros de RCTV celebró en silencio “esa gran victoria de los televidentes sobre la complicidad de los altos ejecutivos con la familia Carrera, quienes perdieron todos los bastiones de medios ante una noticia que ya no se podía enterrar frente a los ojos de un país indignado”.

Explicó que para los periodistas de El Observador era importante reflejar el lado humano de López y de su familia, que vivía en una región montañosa de Mérida, donde tenía una parcela de parchita, porque el violador y sus parientes querían justificar los delitos de Carrera Almoina afirmando que la joven “era una prostituta sadomasoquista”.

“Hace 20 años era fácil para los delincuentes sexuales como Luis Carrera Almoina desprestigiar a sus víctimas con argumentos de ese talante: ‘ella se lo buscó’, ‘lo que quería era plata’, ‘no es más que una calienta-gü*vo’”.

Pernía resaltó que observar a través de las pantallas de los televisores a una “familia de campesinos merideños y su numerosa aprole apuntaba hacia una narrativa completamente distinta sobre la vida de Linda Loaiza”.

La arrogancia de los Carrera

Aseveró que todavía recuerda la “arrogancia” y “altivez” de la familia Carrera, así como los “misteriosos intersticios” que continuamente encontraba El monstruo de los Palos Grandes para “esquivar la justicia”.

Colocó como ejemplo de ello una oportunidad en que los periodistas descubrieron que Carrera Almoina no pagaba condena en una prisión, “sino que misteriosamente estaba en un lugar de La Guaira, en el norte costero de la región capital, donde por cosas del destino fue rescatado por una embarcación de la marina, luego de unos aguaceros que derrumbaron las carreteras y aislaron a la ciudad”.

“Casualmente un colega reportero de El Observador, @PedroGuerreroJ, iba de corresponsal en el barco y avistó al Monstruo de Los Palos Grandes caminando hacia la nave de rescate al igual que un centenar de personas que buscaban refugio. Pedro grabó esas imágenes y fueron noticia nacional”, contó.

Lamentó no recordar si logró coincidir o hablar con la víctima durante el “trajín periodístico”, pero sí resuena en su cabeza la voz de su padre y de sus hermanos que en la actualidad ya serán adultos.

“Recuerdo el contraste entre una familia humilde de agricultores y la soberbia y el desprecio de los parientes de uno de los depredador sexuales más recordados en la historia criminal del siglo XXI en Venezuela”, enfatizó.

Por último, resaltó que “la lucha de @lindaloaiza24 es la de todas las mujeres y hombres contra el machismo, el caciquismo, la complicidad, la impunidad y las miserias que ocultan algunos monstruos ocultos entre nosotros. Monstruo alienígena”.

Respuesta de Loaiza

La ahora abogada reaccionó al hilo compartido por el experiodista de RCTV, en el cual se describe la “complicidad” del extinto canal hacia la familia Carrera Damas, así como la “censura” de su denuncia contra Luis Antonio Carrera Almoina.

“Lo que él ahora denuncia, es una muestra de cómo también parte de los medios de comunicación me revictimizaron y contribuyeron a darle cobertura y veracidad a la narrativa del agresor”, dijo.

Por último, exhortó a que otros periodistas que también hayan podido vivir un caso parecido al de Pernía por órdenes de sus jefes, cuenten sus experiencias.

“Gracias @noepernia  por permitirme conocer cómo me censuraron”, finalizó Loaiza.

Redacción Maduradas

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