Aseguran que al no poder recuperar sus contenedores ni recibir el pago por sus servicios el país dejó de ser un cliente confiable.
Para las líneas navieras internacionales que operan en el país la imposibilidad de recuperar sus contenedores y el incumplimiento en el pago del gobierno, lo convierten en un cliente insolvente y de alto riesgo, dijo una fuente vinculada al sector que pidió no citar su nombre.
“El gobierno está dañando la reputación comercial de Venezuela por no honrar su deuda, luego recuperar la confianza será muy difícil”, afirmó.
El anunció de la compañía Nippon Export and Investment Insurance sobre la eliminación de un nuevo seguro comercial para acuerdos con Venezuela a partir del martes, es una muestra de que el país dejó de ser un cliente confiable, indicó.
Añadió que se puede desatar una reacción en cadena entre las aseguradoras de carga y podría incrementarse el precio de las pólizas o que no le ofrezcan a las empresas exportadoras la cobertura a la carga.
La fuente recordó que la Asociación Naviera de Venezuela denunció hace varios meses que empresas estatales tenían una deuda de 815 millones de dólares por el uso de los contenedores, pero no les han dado respuesta. Ahora el compromiso se aproxima al millardo de dólares”.
Refirió que el gobierno no ha mostrado interés en dialogar con las navieras y esto es una señal negativa, que pone en entredicho su seriedad en el cumplimiento de sus obligaciones: “Los representantes de Suministros Venezolanos Industriales, Venezolana de Exportaciones e Importaciones, CASA, Agropatria y el ministro de Transporte Acuático y Aéreo, simplemente hacen caso omiso de las solicitudes de reuniones de las navieras, como si con esta actitud desapareciera la deuda”.
Poca frecuencia
La fuente vinculada a las navieras aseveró que hay posibilidad de que cada vez menos buques paren en los puertos comerciales nacionales. Dijo que ya una línea con 30 años sirviendo al país dejó de traer mercancía. Sin embargo, aclaró que las navieras no se van del mercado venezolano porque esto significaría un ajuste significativo de itinerarios, servicios y frecuencias de los buques.
El volumen de carga que movilizan las navieras a terminales marítimos en Venezuela ha descendido 50%, y la merma se debe a la caída de las importaciones privadas y públicas. Contó que un buque de recalar 3 veces a la semana en La Guaira o Puerto Cabello, redujo su frecuencia a uno y calculan que se contraerá a cada 10 días.
“Venezuela dejó de controlar las operaciones de algunas navieras en la región, pues ahora es considerada una unidad de negocio de bajo nivel. Antes Colombia y Panamá le reportaban al país ahora es al revés”, indicó la fuente.
Con información de El Nacional.