A pesar de la mejoría que las ciudades venezolanas han experimentado en lo referente a servicio básicos, como es el caso del gas, los pequeños pueblos aledaños suelen padecer complicaciones incluso para acceder al recurso necesario para cocinar.
Por ello, las mujeres de estas localidades deben buscar leña en las montañas para elaborar alimentos.
De acuerdo con La Voz de América, las ciudadanas trasportan el material en el «lomo» o en carretilla y, aunque afirman que es un trabajo «duro», ya casi no recuerda cómo es cocinar en cocina de gas.
Cecilia Tarazona, vecina de Montalbán (estado Carabobo) aseguró que ella lleva a cabo esta labor tres veces a la semana. Con la madera, suele preparar todo tipo de platillos, como cachapas, arepas y sopa.
Por su parte, Parmina Tarazona, vecina de Cecilia, asegura que «hace años» no cocina a gas.
«Todo el mundo cocina con leña (…). Yo misma la busco a todo lo macho, me la montó aquí o en carretilla», añadió la mujer de 55 años de edad.
La situación de escasez de gas ha convertido el negocio de la leña en uno de gran provecho para algunos venezolanos. De hecho, al borde de las carreteras del país es común encontrar improvisados puestos de venta de leña, apiladas en torres.
En esta zona, una bolsa con troncos secos, que puede durar unos dos días o dos cocinadas, puede costar de $2 a $4.
En ese sentido, Fidela Sánchez, de 72 años, compra, por ejemplo, la leña «ya picadita» en 2 dólares y le rinde cuatro días.
Redacción Maduradas con información de La Voz de América
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