Asegura el diario El Nuevo Herald que, preocupado por la apatía de sus seguidores, el régimen de Nicolás Maduro reclutó a efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana para que salgan a buscar a sus electores y obligarles a acudir hasta las urnas en las elecciones parlamentarias del domingo, pero los cuarteles también están plagados por la desmotivación y muchas de las metas de organización fijadas están lejos de ser alcanzadas, según informes militares.
Según los informes, el régimen bolivariano de Caracas designó a efectivos uniformados de la Guardia del Pueblo para que participe en la red de movilización denominada “Uno por Diez”, en la que cada uno de los integrantes está obligado a salir a la calle ese día y arrastrar a diez electores.
“Le están pidiendo a cada uno de los Guardias Nacionales que están registrados allí que se responsabilicen por los votos de diez personas que le son asignados y que documenten que esas personas votaron a través de fotografías”, dijo el general Antonio Rivero, quien recibió los documentos a través de oficiales activos de las Fuerzas Armadas Venezolanas.
Rivero, quien se vio obligado a salir clandestinamente de Venezuela luego de que el régimen ordenara su arresto el año pasado, explicó que el chavismo ha elaborado una extensa lista de los venezolanos que reciben beneficios del Estado, incluyendo los cientos de miles que habitan las unidades de la Misión Vivienda.
El plan chavista conlleva que cado uno de ellos sea “acompañado” por un agente uniformado hasta las urnas el próximo domingo.
La estrategia, que es acompañada por la velada amenaza de que el “elector acompañado” podría perder sus beneficios si no vota a favor del régimen, tradicionalmente ha sido ejecutada por los seguidores del chavismo y por organizaciones afines, como el denominado Frente Francisco de Miranda, donde militan jóvenes adoctrinados en Cuba.
No obstante, los graves problemas económicos del país han llevado a muchos de los antiguos seguidores del régimen a distanciarse, y el régimen decidió llenar ese vació con soldados, cuya obediencia no es voluntaria.
Según la información brindada por oficiales activos, a los comandantes de regimiento se les entregó dinero en efectivo, de entre 200,000 a 300,000 bolívares fuertes en efectivo, para que alquilen autobuses, motos, taxis y camiones que puedan ser usados para trasportar a los electores el domingo.
“Otra de las medidas graves que han tomado es que impartieron instrucciones de movilizar, y de manipular a las personas de mayor edad, y sacarlos como sea de los geriátricos, o de los centros de ancianos, y llevarlos a votar, considerando el voto asistido, y ya se sabe a donde irán esos votos”, dijo Rivero.
El régimen también planifica utilizar su red de informantes en la operación electoral. Los “Patriotas Cooperantes”, como se les denomina, habrían de realizar labores de inteligencia en las distintas zonas en que operan.
Pero las instrucciones al sector militar no fueron recibidas con entusiasmo.
Los informes recibidos por Rivero apuntan a que varios de los objetivos de organización establecidos mostraban grandes demoras.
La propuesta de establecer una red de Patriotas Cooperantes en todo el país, por ejemplo, apenas había sido alcanzar un ocho por ciento de la meta establecida, con el informe obtenido mostrando que los reclutadores habían solo obtenido el compromiso de 1,824 informantes, en vez de los 22,680 que están previstos para el día de la elección.
Informes y testimonios recibidos previamente de las Fuerzas Armadas Venezolanas muestran que el descontento por la grave crisis económica por la que atraviesa el país también ha comenzado a apoderarse de los cuarteles, donde las manifestaciones de descontento contra el régimen de Nicolás Maduro han comenzado a escucharse con más frecuencia.
En uno de los documentos obtenidos, el Director de Inteligencia y Contrainteligencia del Ejército, el General de Brigada José Miguel Jaimes Vivas, reporta pequeños actos de insubordinación en los cuarteles, donde oficiales de baja graduación rehúsan responder a consignas que hacen uso del nombre del fallecido mandatario Hugo Chávez.
“Existe personal militar profesional en los grados subalternos mayormente manifestando estar descontento con las políticas del gobierno bolivariano”, escribió Jaimes Vivas en el informe de Inteligencia.
“Dichos profesionales no responden al saludo establecido y los que responden indican, ‘infórmame dónde vive Chávez’, cosas como éstas han sembrado la incertidumbre y resquebrajado el espíritu militar, en cierta manera esto ha desmotivado al personal militar profesional propiciando estos comentarios”, manifestó Jaimes Vivas.
Por: @DelgadoAntonioM / El Nuevo Herald.