Luis Enrique Rojas, obispo del estado Mérida, se enfrentó, recientemente, a funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que impidieron el paso de la ayuda humanitaria para las personas afectadas por las lluvias ocurridas recientemente en la entidad.
«Basta de que maltraten al pueblo. No los queremos. Les quieren quitar la ayuda a la gente. No puede ser«, dijo el obispo, de frente a los uniformados.
Adicionalmente, denunció los atropellos recibidos por parte de los funcionarios y, ante el intento de los mismos de convencerlo de reunirse «en privado» para hablar del tema, este se negó.
Los uniformados desestimaron el permiso recibido por la misión de ayuda humanitaria y afirmaron que los integrantes de la misma deberían haber solicitado permiso, directamente, a los superiores de la GNB.