La selección de Croacia perdió este domingo la primera final de su historia disputada contra Francia, pero se despide como el subcampeón más querido de la historia.
Croacia se ganó la simpatía del mundo por haber clasificado con mucho esfuerzo y por la dramática historia de un país que vivió cuatro años de una cruenta guerra.
Por esa misma razón uno de los momentos más conmovedores de la premiación final fue cuando la presidenta de Croacia, Kolinda Grabar-Kitarović, rompe en llanto al ver a Luka Modrić ganar el balón de oro, que lo acreditó como el mejor jugador del Mundial Rusia 2018.
Cabe destacar queModrić llegó a ser una estrella tras una cruenta infancia en su país en guerra,en la que vio morir a su abuelo fusilado y tuvo que huir de su aldea por esta causa.
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