Roberto Canessa, uno de los sobrevivientes de la tragedia de Los Andes, aseguró que para él habría sido un honor si, en caso de haber muerto en el hecho , hubiesen usado su cuerpo para algún proyecto.
Canessa, quién enfrentó temperaturas bajo cero, dos avalanchas, escaló los Andes y comió carne humana para sobrevivir a la tragedia cuando apenas tenía 19 años, fue uno de los 16 sobrevivientes de este suceso que sirvió como inspiración para la película «La Sociedad de la Nieve» de J. Bayona que fue estrenada en cines en 2023 y saldrá en Netflix este año.
Durante una entrevista ofrecida a Shirley Varnagy, explicó: «Si yo me hubiera muerto hubiese sido un honor que usaran mi cuerpo para seguir un proyecto de vida y no enterrado en un cementerio. Yo veo los transplantes cardíacos en los niños como un niño que empieza a vivir a partir de otro que ya no puede seguir adelante, y todas esas características capaz estuvieron moldeadas por la montaña».
Sobre la experiencia vivida durante la tragedia, describió: «Es obvio que hay una manera de ver lo que nos pasó. Para la gente que no estuvo lo más espantoso fue lo que hicimos para poder comer, pero para nosotros lo más espantoso fue la avalancha cuando vimos morir gente y la incertidumbre de no saber si serías el próximo… No podía juzgarme el mundo que me había dado por muerto, me había abandonado y nosotros nos las arreglamos para poder seguir viviendo, yo no le debía nada al mundo, sí a la familia y a los amigos. Pero había tenido una oportunidad que los demás no habían tenido».
Recordó que tras la tragedia de Los Andes, que cobró la vida de 29 personas frente a sus ojos, retomó su vida, su carrera e incluso formó a una familia.
«Yo salí de Los Andes para volver a mi vida, para volver a la medicina, para hacer una familia. La vida sigue. Si fue un escalón alto, importante y difícil, pero eso, solo un escalón en mi vida», dijo.
Es de recordar que la tragedia de Los Andes se produjo cuando el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, que iba desde Montevideo, en Uruguay, hacia Santiago, Chile, se estrelló en la Cordillera de Los Andes el 13 de octubre de 1972 con cinco tripulantes y 40 pasajeros a bordo, de los cuales solo sobrevivieron 16 personas.